La Tierra Y La Luna (2024)

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La Tierra y la Luna son dos lindas compañeras en el Sistema Solar, es un binomio constituido por un planeta interior y su único satélite natural. Este último, ha sido desde los inicios del razonamiento humano, motivo de estudio, admiración e incluso devoción. Durante extensos periodos de tiempos se pensó que sus efectos sobre la Tierra estaban vinculados exclusivamente al ámbito espiritual y energético, por lo que se desarrolló lo que hoy se conoce como mitología lunar, que se encarga de agrupar cada una de las distintas connotaciones que le fueron otorgando las diferentes culturas.

Se ha demostrado que ambos cuerpos han tenido una génesis muy relacionada a partir de la misma nebulosa en contracción y como resultado del proceso de acreción. La Tierra y la Luna poseen asombrosas características físicas y químicas, y se influyen mutuamente estableciendo una interacción, que ha producido un conjunto de condiciones particulares permitiendo la existencia y mantenimiento de la vida. Conoce más a La Tierra y la Luna.

Las interacciones entre el planeta Tierra y su único satélite natural están claramente relacionadas con la menor distancia que existe entre estos cuerpos, lo que ha generado una cantidad de fenómenos rítmicos con repercusiones en patrones de comportamiento cíclico, que ha favorecido la construcción de calendarios para caracterizar al menos inicialmente la dimensión temporal. No obstante su mayor efecto lo ejercen las fuerzas derivadas del campo gravitatorio o de atracción entre ambos cuerpos, que afecta la velocidad de rotación y también es responsable de la constante disminución y aumento del nivel del mar, lo cual es producto de patrones complejos estudiados científicamente. La Tierra y la Luna son interesantes.

Es muy importante señalar que las hipótesis que se tienen sobre la génesis de la Tierra y la Luna, paulatinamente se han refinado y ajustado con los avances científicos y en especial con la capacidad de observación y análisis. Así mismo, muchas teorías se desarrollaron con observaciones efectuadas exclusivamente en el Sistema Solar, pero en la actualidad esto ha cambiado, la tecnología ha permitido detectar más de 350 sistemas planetarios en diferentes estados de evolución y más de 446 planetas extrasolares, lo que ha enriquecido y modificado muchas de las ideas. Por esta razón, es muy probable que la comunidad científica pueda ofrecer dentro de unos años nuevas hipótesis o teorías sobre el origen de la Tierra y la Luna.

LA GÉNESIS DE LA TIERRA Y ALGUNAS DE SUS CARACTERÍSTICAS

La Tierra es un planeta, es decir, un objeto o cuerpo astronómico que cumple con ciertas características básicas, como que gira alrededor u orbita una estrella que se encuentra en secuencia principal, su masa es la suficiente para permanecer en balance hidrostático y mantener su gravedad en el aire sin provocar fusión termonuclear, su densidad es de aproximadamente 5,52 g/cm3 y así mismo, es capaz de tener determinada dominación sobre su órbita, despejando a otros cuerpos que puedan ocuparla. La Tierra y la Luna.

Esta posee asombrosas características y particularidades que en parte le han permitido el establecimiento de la vida como la conocemos. Este planeta se encuentra ubicado en el Sistema Solar, es decir, que orbita alrededor del Sol separado por una distancia de 149,6 millones de kilómetros, valor que constituye la famosa unidad astronómica de uso común cuando se reportan distancias dentro del Sistema Solar, pero que es muy pequeña cuando se utiliza para medir distancias en el resto del universo, la Tierra se desplaza específicamente en la tercera orbita interna después de Mercurio y Venus.

Se estima con base a planteamientos geológicos, basados en la desintegración de isotopos en rocas terrestres, lunares y meteoritos, que la edad de nuestro planeta y de su satélite natural es de aproximadamente 4.500 millones de años, una cifra que se expresa de manera rápida verbalmente y se escribe fácilmente, pero que en general implica una dimensiones temporales con las cuales el común de las personas no está familiarizado. Si un individuo tratará de contar de uno en uno hasta esa cifra, tardando un segundo para expresar cada número entonces consumiría toda su vida en esa tarea sin lograr alcanzarla.

La Tierra y la Luna se formaron de acuerdo con una de las teorías más aceptadas, a partir de una nebulosa en contracción. Estas grandes masas son componente importante de las galaxias, y están constituidas principalmente por gas y polvo interestelar. En el primero la composición es variable pero predominan el hidrogeno y helio en proporción 90/10, mientras que en el segundo, es decir polvo interestelar, se encuentran partículas de dimensiones micrométricas y está compuesto por átomos capaces de condensar en las condiciones de presión y temperatura existentes en el espacio.

Para muchos autores el polvo interestelar está constituido químicamente por silicio, magnesio, azufre, aluminio, hierro, calcio, sodio, manganeso, titanio y níquel. Elementos cuya génesis está asociada a nucleosíntesis estelar, es decir, que se formaron como residuos de la fusión nuclear de estrellas en sus diferentes estados. Debido a esto, se plantea en muchas publicaciones que el Sistema Solar se formó en parte, a partir de materiales de desechos de otras estrellas, lo que posibilitó la formación de los planetas rocosos. Hay mucho en La Tierra y la Luna.

Con base a lo anteriormente expuesto se plantea que los átomos que constituyen a los seres humanos y a los diferentes objetos con los que interactuamos, son más antiguos que el planeta como un todo. En otras palabras, los seres humanos no podrían existir si no fuese porque en algún momento una estrella anterior al Sol emitió al espacio los elementos necesarios para la vida. La famosa historia de que un átomo hace mil años pudo estar en una flor como la orquídea, hoy puede formar parte de mi ojo y dentro de cien mil años más quizá se encuentre en una roca o en la atmósfera.

En la literatura se expresa que la nebulosa que dio origen al Sistema Solar presentaba una composición y configuración que conjuntamente con su movimiento giratorio se resistía al colapso gravitatorio, por esto se piensa que probablemente la explosión de una supernova generó una onda de choque que desencadenó este colapso, con el cual, los gases interestelares se movilizaron hacia el centro de la nebulosa aumentando su densidad y temperatura, para luego conformar lo que se denomina protoestrella y ésta después de alcanzar ciertos valores de temperatura y densidad críticos se transformó en el Sol.

Sin embargo una parte de los materiales y especialmente el polvo interestelar se movilizo hacia un plano perpendicular al eje de giro, lo que originó un disco de gas y de polvo alrededor de este centro, esto explica por qué los planetas orbitan en el mismo sentido alrededor del Sol y aproximadamente en el mismo plano.

En el interior del disco los granos de polvo empezaron a chocar, lo que en algunos casos produjo fragmentación, pero en otros una fuerte adhesión, generando concentraciones irregularmente distribuidas que se unían para formar objetos de tipo asteroidal con dimensiones kilométricas denominadas planetesimales. Los que apoyan esta teoría señalan que este disco debió tener miles de millones de planetesimales con características específicas. Este planteamiento de las primeras etapas del ciclo estelar parece corroborarse al estudiar otras partes del universo como la nebulosa de Orión, donde se están formando estrellas actualmente.

Las colisiones masivas con asteroides y otros cuerpos de dimensiones variables, conjuntamente con la energía liberada por isotopos radiactivos, condujeron a que la Tierra en sus primeras etapas tuviese un grado de fluidez interna que permitió una diferenciación en capas de acuerdo con la densidad y composición de sus materiales. En otras palabras, los elementos con mayor masa como el hierro y el níquel se concentraron hacia el interior y los más livianos se movilizaron hacia la superficie. Aprende más de La Tierra y la Luna.

Esta diferenciación explicaría la estructura interna del planeta en capas concéntricas denominadas corteza, manto y núcleo, cada una con una composición química característica. La conformación del núcleo y su división en núcleo interno y externo deriva en la formación del campo magnético del planeta, evento muy importante pues este ha funcionado como una cubierta invisible que desvía las partículas del viento solar, lo que al final garantizó la conformación de la atmosfera y de la hidrósfera, esta ultima considerada una envoltura clave en el establecimiento de la vida.

El modelo planteado describe y explica la mayoría de los datos y observaciones que se tienen sobre los planetas llamados interiores es decir Mercurio, Venus, La Tierra y Marte. Un pasado tormentoso plagado de eventos fortuitos ha dado origen a la Tierra, un planeta con una extensión un millón de veces menor a la del Sol, una temperatura promedio en la superficie de unos 15°C que va aumentando paulatinamente con la profundidad.

En muchos casos se ha asimilado la forma real del planeta a la forma geométrica de un esferoide de superficie desigual o esferoide oblato, dado que por efecto de su rotación es achatada en los polos y abultada en el Ecuador. Aunque no es esférica se plantea que tiene un diámetro aproximado de 12.756 km, pertenece a los planetas rocosos y de entre estos, posee la mayor gravedad en superficie, campo magnético, y la rotación de órbita más veloz.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA LUNA

Características generales de la Luna

El término Luna proviene etimológicamente de un vocablo del latín que hace referencia a luminoso, esta representa el único satélite natural de la Tierra y uno de los más grandes dentro del Sistema Solar. La Luna ha desarrollado su órbita alrededor de nuestro planeta, en parte gracias a la gravedad que la atrae y le permite continuar orbitando a pesar de que se aleja paulatinamente de la Tierra a una velocidad de 3,8 cm por año. Ya sabes mucho de La Tierra y la Luna.

Es un satélite natural, es decir, un objeto celeste que cumple una trayectoria alrededor de un planeta, usualmente cuenta con menores dimensiones y acompaña a este último en su recorrido alrededor de su estrella, cabe acotarse que existen satélites artificiales fabricados por la acción del ser humano.

El origen de la Luna es un tema muy discutido y se han planteado una gran cantidad de posibles teorías. Una de las más conocidas en la actualidad plantea que la Luna fue producto de la colisión de un cuerpo celeste con la Tierra, evento que se cree ocurrió hace unos 4.500 millones de años. Este gran impacto permitió que se mezclaran los dos núcleos metálicos, pero también desprendió una gran cantidad de materiales que posteriormente condensarían para dar origen a la Luna, es decir que esta se formó después de la Tierra.

Significa entonces que la génesis de este satélite natural, ha estado sumamente relacionada con la de la Tierra, por lo que ambas han desarrollado un íntimo vínculo con relaciones complejas y reciprocas. La Tierra y la Luna se encuentran separadas por una distancia de aproximadamente 385.000 km, y las dimensiones lunares son cuatro veces menores que las terrestres, una relación cercana si se compara con las que se presentan con los demás planetas y sus satélites dentro del Sistema Solar.

En general se expone que la Luna está constituida por tres capas concéntricas: la corteza, manto y el núcleo lunar, el cual que no genera campo magnético. La Luna presenta una densidad promedio de 3,3 g/cm3, un 60% de la presente en la Tierra, un ser humano que pese 60kg en la Tierra, en la superficie lunar sólo pesará unos 9.96kg. Se considera además que es 400 veces más pequeña que el Sol, pero al encontrarse a menor distancia de la Tierra, se percibe como si tuvieran dimensiones similares, así mismo, no posee atmosfera y su temperatura varía entre los -238°C y los 143°C.

Parte de la superficie presenta una elevada densidad de cráteres y se observan desde la Tierra con tonalidades más claras, se plantea que son estructuras más antiguas con edades entre los 4400 y los 4000 millones de años. Así mismo, se observan áreas más oscuras que presentan menor presencia de cráteres y son conocidas como mares. Estas se consideran más recientes con edades comprendidas entre los 3900 y 3200 millones de años.

La superficie de la Luna, fue visitada por el ser humano en una misión espacial denominada Apolo 11, donde Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la superficie del satélite el 21 de julio de 1969, pronunciando la célebre frase “es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad”.

Cabe destacar que la Luna no posee luz propia, por el contrario, refleja parte de la radiación electromagnética que recibe del Sol. Su albedo, es de 0,12 lo que implica que de un 100% de la energía incidente, un 12% se refleja y absorbe el otro 88%, todo ello bajo la premisa de que la transmisión es nula. Vas aprendiendo de La Tierra y la Luna.

RELACIÓN Y EFECTOS ENTRE LA TIERRA Y LA LUNA

Relación y efectos entre la Tierra y la Luna

Como se expresó anteriormente la Tierra y la Luna han desarrollado una serie de interacciones y relaciones, afectándose recíprocamente con importantes repercusiones sobre la vida. Algunos autores incluso plantean que la existencia de esta en la Tierra no sería posible sin la presencia del satélite natural.

La luna refleja parte de la radiación que recibe del Sol, pero también absorbe una porción importante de esta, por ello irradia una cantidad de energía en longitudes de onda que no percibimos con nuestra visión. Ambos cuerpos tienen una génesis tan estrecha que sus historias se encuentran íntimamente ligadas. Sin embargo, la mayoría de sus interacciones están relacionadas a las fuerzas derivadas del campo gravitatorio, las cuales son principalmente de naturaleza atractiva.

En otras palabras, mientras más cerca se encuentren los objetos mayor será la atracción, por esta razón la Luna es capaz de influenciar al planeta Tierra con efectos que pueden variar desde la simple sincronización del ciclo reproductivo de ciertas especies, hasta el tremendo impacto que ejerce sobre las mareas, es decir, el movimiento de los océanos. Ya conoces más a La Tierra y la Luna.

El planeta Tierra experimenta la acción de la fuerza gravitacional de la Luna en una dirección y sentido determinada por la posición del satélite natural. Por otro lado, también experimenta debido a su movimiento una fuerza centrífuga que varía con la posición de los diferentes puntos sobre la superficie terrestre. La interacción de ambas fuerzas genera una resultante que en términos generales en el ecuador se dirige a la Luna, pero en los polos se dirige hacia el centro del planeta, lo que afecta a los materiales en superficies pero en especial a los fluidos.

Además de las consecuencias sobre la velocidad de rotación, uno de los efectos de la Luna sobre la Tierra está relacionado con las mareas, es decir, el cambio que sucede con determinados intervalos de tiempo sobre el nivel del mar, que es producido por la anterior mencionada fuerza resultante. Aunque este fenómeno afecta toda la superficie, sea sólida, gaseosa o liquida, tiene relevante importancia sobre la creación y mantenimiento de los océanos, cuerpos donde tuvieron lugar las primeras formas de vida.

Está demostrado que la Luna tira de los océanos, generando mareas altas y bajas, y permitiendo la existencia de las ciudades costeras. Las mareas pueden ser pleamar o marea alta y bajamar que es cuando se alcanza el mínimo de altura, se estima que el ciclo de las mareas es de 12 horas, 25 minutos y 14 segundos entre pleamar y pleamar, y 6 horas y 12 minutos entre pleamar y bajamar.

Mira cómo se ve la rotación de la tierra desde la luna.

Conclusión

La Tierra y la Luna son cuerpos influenciados entre sí, que han compartido historia por millones de años, la Luna para muchos autores es el producto de la colisión de otro cuerpo sobre nuestro planeta, que genero importantes efectos sobre la temperatura ocasionando la condensación del vapor de agua y generando la creación de los océanos, que se cree fue el lugar donde se originaron las primeras formas de vidas. Aprendiste de La Tierra y la Luna.

Conoce más sobre la formación del ozono aquí.

Ambas poseen características especiales y particulares, que varían en dimensiones, fuerza gravitatoria, densidad, extensión y superficie, la Luna ha sido objeto de estudio e incluso misiones espaciales han logrado caminar sobre su superficie, destacando por ejemplo que esta no tiene luz propia pero refleja la luz del Sol, de igual forma, su tamaño es drásticamente menor al del Sol, pero gracias a la menor distancia se ven de dimensiones similares.

Los efectos que la Luna genera sobre la Tierra son variados, el más relevante está asociado con el movimiento periódico de los océanos, fenómeno llamado mareas, sobre la cual la Luna ejerce un importante impacto gracias a la atracción que posee con el planeta. Así mismo, posee efectos sobre la marcación del tiempo a través de las distintas fases lunares, es decir, luna nueva, luna llena, cuarto menguante y cuarto creciente. Nos alegra que La Tierra y la Luna sean importantes para ti.

El ciclo lunar marca el tiempo como lo conocemos, un ciclo lunar dura unos 29.5 días, que como todo ciclo se repite una y otra vez, tiempo que para nosotros equivale a un mes. De igual forma, repercute con efectos sobre las lluvias y el cambio climático.

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