Niños con dientes podridos. Dicen que la sonrisa es nuestra mejor carta de presentación. No obstante, es muy importante tener un cuidado especial con nuestros dientes, ya que hay enemigos silenciosos que pueden dañarlos sin darnos cuenta, incluso desde la niñez, por lo que en ocasiones vemos niños con dientes podridos.
Cuando vemos niños con dientes podridos, nos preguntamos cuál puede ser el motivo, y lo más fácil de pensar es que estos niños tienen padres o cuidadores descuidados. Empero, no se pueden sacar conclusiones a la ligera, ya que las razones pueden ir más allá.
Higiene bucal, un hábito a veces descuidado
Como padres nos preocupamos por nuestros hijos, hacemos todo para que aprendan cuanto deben saber para su vida. Desde que son apenas unos bebés tratamos de cuidar cada aspecto, incluso su salud bucal, lo que requiere de una buena disciplina, que muchas veces debido a nuestras ocupaciones solemos descuidar.
El cuidado de los dientes, exige detalles pequeños pero importantes, y es por ello que a veces se descuidan. Tendemos a olvidar que, un buen cepillado, idas regulares al dentista, pasabocas sin azúcar, entre otros, son algunos de los aspectos esenciales para que nuestros hijos tengan unos dientes saludables.
Fobia al odontólogo
En muchas ocasiones, nuestros hijos e incluso nosotros mismos como adultos, desarrollamos un terror extremo al odontólogo. Por lo que a veces se nos dificulta en gran manera, solicitar esa cita cada 6 meses con el dentista, para que los niños puedan mantener sus dientes saludables por más tiempo.
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Cuando el caso de nuestros hijos está relacionado con miedo al dentista, es razonable hallar una solución a este problema, buscando la manera de brindarle al niño tranquilidad con sus idas al odontólogo, haciendo énfasis en que todo será para su bien, y si es posible, premiar su valor.
Niños con dientes podridos
Es posible notar algunas señales que nos advierten cuando hay algún problema dental, entre las cuáles podemos observar las siguientes: a) manchas blancas en los dientes, sensibilidad al frío o al calor, dolor, signos de caries, suciedad que no se va con el cepillo, entre otros.
En estos casos, es indispensable la valoración de un odontólogo, para evitar que los problemas avancen y que nuestros pequeños terminen con los dientes dañados (podridos). Sin embargo, después de la cita odontológica será necesario prestar mucha más atención a esos hábitos de higiene bucal.
Conclusión
Aunque no es muy común ver niños con dientes podridos, si es necesario pensar en la prevención, especialmente cuando de nuestros niños se trata. Lo recomendable es ser constante y disciplinado en la enseñanza y el buen ejemplo al realizar nuestra rutina de higiene bucal con ellos.
