Existen millones de seres vivos extendidos a lo largo y ancho del planeta, miles de especies que han atravesado un extenso proceso evolutivo y adaptativo, cada una con sus propias características internas y externas. Esta gran variedad de seres es reconocida como biodiversidad, resultado de una evolución relacionada con el proceso reproductivo, permitiendo que las formas de vida predominantes sean continuamente remplazadas por nuevos individuos capaces de adaptarse a las cambiantes condiciones ambientales. Te mostraremos sobre la Reproducción asexual en animales.
El ser humano para organizar el conocimiento sobre los seres vivos, ha intentado de acuerdo a las similitudes evidenciadas, agruparlos según sus relaciones evolutivas, en sistemas de clasificación jerárquicos creados con base a los postulados de una disciplina científica conocida como taxonomía, quien en la actualidad ha alcanzado niveles de sofisticación importantes.
En un principio el sistema separo los seres vivos en 3 clases del taxón superior denominadas reinos, posteriormente se fueron adquiriendo mayores conocimientos científicos, logrando identificar 5 grandes grupos: animal (Animalia), vegetal, fungi (hongos), protoctistas y móneras. Sin embargo, los avances científicos siguen siendo incorporados paulatinamente a estos sistemas de clasificación, es decir, que se encuentran en proceso permanente de revisión y actualización.
El reino animal alberga un extenso número de especies incluyendo la humana, cada una posee mecanismos y características muy variables, existen todo tipo de animales, ya sean pesados o livianos, grandes o pequeños, sedentarios o veloces, coloridos o unicolores, peludos e incluso pelones. Aun así, convergen en ciertos parámetros, por ejemplo, se caracterizan por ser principalmente organismos pluricelulares y de reproducción sexual, es decir, aquella que necesita de la participación activa de 2 progenitores, cada uno de los cuales contribuye aportando células germinales especiales, conocidas como células sexuales, cuya unión conforma un zigoto que se desarrolla como un nuevo individuo.
La reproducción asexual en animales ocurre en ciertas criaturas, pero es más usual en el reino vegetal, es de carácter antiguo con evidencias de su presencia hace 3500 millones de años. Se caracteriza por que únicamente interviene un individuo, es decir, sólo existe un organismo progenitor capaz de multiplicarse sin necesidad de la fecundación. Cabe destacar, que no hay intercambio genético y la descendencia (clones) será la copia del contenido genético del organismo procreador.
Los animales y la reproducción
En la clasificación biológica y científica de todos los seres vivos, el reino animal (Animalia) agrupa a las mayores formas de vida conocida, constituye un amplio espectro de organismos eucariotas, heterótrofos, pluricelulares y tisulares (excepto de los poríferos) extendidos en todo el planeta Tierra, cabe destacar que el ser humano pertenece a este antiguo grupo.
Este maravilloso reino está integrado por aproximadamente dos millones de especies distintas. No obstante, muchos autores indican que las especies conocidas en la actualidad representan aproximadamente un 20% de la totalidad de animales vivos y menos del 1% de todos los que han existido en el pasado. Reproducción asexual en animales.
Cada especie animal posee sus propias características ecológicas, morfológicas y conductuales, esta extensa biodiversidad es estudiada por una rama de la biología denominada “zoología”, que ha generado el conocimiento para organizarlos en categorías llamadas taxones, algunas de las cuales son: Súperreino o Dominio, Reino, Subreino, Rama, Infrareino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género, Especie y Subespecie.
El Reino animal es subdividido en una taxón denominado Filo, en esta categoría se diferencian los animales en vertebrados e invertebrados, el primer grupo representa las criaturas que poseen cráneo y en especial columna vertebral, conformada por una serie de piezas articuladas denominadas vertebradas. Los vertebrados se dividen en 5 grandes Clases: mamíferos, aves, peces, anfibios, y reptiles. Por otra parte, los invertebrados no tienen estructuras óseas, y se clasifican en artrópodos, moluscos, gusanos, equinodermos, medusas y esponjas, estos constituyen el grupo que predomina en el planeta con más de 1 millón de especies conocidas.
Hoy en día, es ampliamente aceptado que la vida surge a partir de la reproducción de vida preexistente, y que los patrones, estrategias y tipos de reproducción explican en gran medida la amplia diversidad biológica del planeta. La reproducción representa una característica milagrosa y omnipresente en la vida como la conocemos, se refiere al proceso mediante el cual se procrean nuevos individuos de una especie, en general, esta puede ser de forma sexual o asexual.
Los animales poseen sorprendentes particularidades reproductivas, desde la producción de un gran número de huevos, hasta la gestación de una única cría en un lapso de tiempo considerable. La reproducción asexual en animales ocurre en menor medida, la más común es la sexual, donde genéticamente los gametos masculinos se denominan espermatozoides y se originan en los testículos, en cambio los gametos femeninos se conocen como óvulos y se desarrollan en los ovarios, a partir de la fusión del material genético de estos, es que se produce un nuevo ser vivo, este proceso biológico se llama fecundación y puede ser interna o externa.
Los especialistas plantean que la mayoría de los animales han desarrollado el sexo como una estrategia más favorable, probablemente debido a que la reproducción sexual favorece la diversidad, aumentando la supervivencia de las estirpes en un mundo que está cambiando constantemente. Conoce más de este tema aquí.
En la clasificación biológica y científica de todos los seres vivos, el reino animal (Animalia) agrupa a las mayores formas de vida conocida, constituye un amplio espectro de organismos eucariotas, heterótrofos, pluricelulares y tisulares (excepto de los poríferos) extendidos en todo el planeta Tierra, cabe destacar que el ser humano pertenece a este antiguo grupo.
Este maravilloso reino está integrado por aproximadamente dos millones de especies distintas. No obstante, muchos autores indican que las especies conocidas en la actualidad representan aproximadamente un 20% de la totalidad de animales vivos y menos del 1% de todos los que han existido en el pasado. Reproducción asexual en animales.
Cada especie animal posee sus propias características ecológicas, morfológicas y conductuales, esta extensa biodiversidad es estudiada por una rama de la biología denominada “zoología”, que ha generado el conocimiento para organizarlos en categorías llamadas taxones, algunas de las cuales son: Súperreino o Dominio, Reino, Subreino, Rama, Infrareino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género, Especie y Subespecie.
El Reino animal es subdividido en una taxón denominado Filo, en esta categoría se diferencian los animales en vertebrados e invertebrados, el primer grupo representa las criaturas que poseen cráneo y en especial columna vertebral, conformada por una serie de piezas articuladas denominadas vertebradas. Los vertebrados se dividen en 5 grandes Clases: mamíferos, aves, peces, anfibios, y reptiles. Por otra parte, los invertebrados no tienen estructuras óseas, y se clasifican en artrópodos, moluscos, gusanos, equinodermos, medusas y esponjas, estos constituyen el grupo que predomina en el planeta con más de 1 millón de especies conocidas.
Hoy en día, es ampliamente aceptado que la vida surge a partir de la reproducción de vida preexistente, y que los patrones, estrategias y tipos de reproducción explican en gran medida la amplia diversidad biológica del planeta. La reproducción representa una característica milagrosa y omnipresente en la vida como la conocemos, se refiere al proceso mediante el cual se procrean nuevos individuos de una especie, en general, esta puede ser de forma sexual o asexual.
Los animales poseen sorprendentes particularidades reproductivas, desde la producción de un gran número de huevos, hasta la gestación de una única cría en un lapso de tiempo considerable. La reproducción asexual en animales ocurre en menor medida, la más común es la sexual, donde genéticamente los gametos masculinos se denominan espermatozoides y se originan en los testículos, en cambio los gametos femeninos se conocen como óvulos y se desarrollan en los ovarios, a partir de la fusión del material genético de estos, es que se produce un nuevo ser vivo, este proceso biológico se llama fecundación y puede ser interna o externa.
Los especialistas plantean que la mayoría de los animales han desarrollado el sexo como una estrategia más favorable, probablemente debido a que la reproducción sexual favorece la diversidad, aumentando la supervivencia de las estirpes en un mundo que está cambiando constantemente.
Reproducción asexual en animales
Según la Real Academia Española (RAE) el término asexual se refiere a “sin sexo, ambiguo, indeterminado” y “dicho de la reproducción que se verifica sin intervención de gametos, como la gemación”. La reproducción asexual en animales, se define como el proceso propio donde interviene un sólo individuo con las capacidades de multiplicarse sin necesidad del proceso de fecundación, en este no se efectúa un intercambio de información genética, desarrollo que es muy común en las plantas pero también puede ocurrir en el reino animal, en especial en los invertebrados.
Se comprende que la descendencia producto de este método, se basa en la duplicación de un solo contenido genético, es decir, una copia similar a su progenitor, que ocurre de manera relativamente veloz y eficaz, no necesita de recursos adicionales ni de la generación de células sexuales, favoreciendo la colonización de una especie por completo en un entorno de forma rápida. De igual forma, no representa el consumo de tiempo y energía que enfrentan muchas especies de reproducción sexual, en búsqueda de un compañero del sexo contrario para aparearse, con cortejos elaborados y copulas complejas que varían de acuerdo a la especie.
La reproducción asexual en animales es de gran beneficio en condiciones donde existe un inminente peligro o riesgo biológico, que requiera de la multiplicación rápida y exponencial, este método le ha permitido a ciertas especies la colonización de amplios entornos y la masificación de la población.
No obstante, la mayor desventaja es la carencia de variabilidad genética, ya que es un evento donde no pueden intervenir las estrategias responsables de la evolución biológica, a menos de que se produzca una mutación los organismos serán completamente iguales a su progenitor. Esto trae como consecuencia que el proceso de evolución y selección natural no favorezca a los individuos más aptos, poniendo a la especie en una situación vulnerable, dado que tienen más riesgo y probabilidades de que desaparezca una colonia o incluso la extinción de la especie, de igual forma la falta de variabilidad genética obstaculiza la rápida adaptación al medio.
Esta estrategia reproductiva es generalmente propia de animales invertebrados y especies sésiles, es decir, que viven fijados a una estructura o sustrato, esta se puede producir por medio de distintos métodos con especificaciones muy variadas.
Tipos de reproducción asexual
Los tipos más frecuentes de reproducción asexual en animales son: la división binaria, la división múltiple, la gemación, y la fragmentación. No obstante, existen muchos casos particulares como por ejemplo, la llamada ginogénesis, un tipo de reproducción asexual muy particular que ha sido identificada en vertebrados.
La división binaria y la división múltiple son bastante común en los protozoos, en el caso de la división binaria el cuerpo del progenitor se divide por mitosis en dos partes aproximadamente iguales, cada una de las cuales crece hasta formar un individuo semejante al progenitor, la división binaria puede ser longitudinal como en los protozoos flagelados o transversal como en los ciliados.
En la división múltiple el núcleo se divide repetidamente antes de la división del citoplasma, dando lugar simultáneamente a numerosas y pequeñas células hijas. La formación de esporas es denominada esporogonia, considerada también una forma de división múltiple común entre algunos protozoos parásitos, por ejemplo, el responsable de la malaria denominado “Plasmodium”.
La gemación es muy común en el reino animal, etimológicamente el término proviene del latín “geminus” que hace referencia a gemelos, es una división desigual del organismo, mejor dicho se desarrollan bultos sobre el individuo parental o progenitor denominados “yemas”, estas prominencias crecen y se transforman en un nuevo organismo, que puede desprenderse o permanecer unido al creador, comenzando una colonia.
Esta estrategia también puede presentarse como un agregado de células rodeado por una capsula resistente. En muchas esponjas de agua dulce los bultos se forman durante el otoño, y soportan el invierno en el interior del cuerpo seco o congelado de sus progenitores. Al llegar la primavera, las células internas de la prominencia se activan, salen de la cápsula y crecen hasta formar una nueva esponja. Algunos animales la practican como ciertas especies de esponjas y anémonas.
La fragmentación, se presenta cuando un animal pluricelular se rompe en dos o más fragmentos, cada uno de los cuales es capaz de convertirse en un individuo completo, el fragmento puede ser el resultado de un accidente o producirse de forma intencional. Es decir, se pueden reproducir asexualmente simplemente rompiéndose, cada fragmento regenera entonces las partes perdidas, algunos de los animales que presentan este tipo de reproducción son la estrella de mar, la planaria y ciertas lombrices de tierra y gusanos.
Un caso muy particular de reproducción asexual es la ginogénesis, en esta los descendientes son “clones” de la madre, en otras palabras son hembras, la activación de sus óvulos requiere el apareamiento con machos de especies cercanas pero sin hacer uso del esperma, por lo que éstos no contribuyen con ningún material genético, es decir, no heredan ningún material del ADN del padre.
Ocurre en platelmintos, rotíferos, tardígrados, crustáceos, insectos, anfibios y reptiles, con menos frecuente en algunos peces o aves. La especie Poecilia Formosa es un pez considerado entre los primeros vertebrados a quienes se les identificó la reproducción asexual y en especial ginogénesis, como consecuencia la población está compuesta exclusivamente por hembras.
Mira a los mamíferos que ponen huevos.
Conclusión
La reproducción asexual en animales, es un proceso poco frecuente en este reino, pero ocurre en ciertas especies, incluso muchas veces estas pueden reproducirse por ambos mecanismos, ya sea sexual o asexual. Esta última posee grandes ventajas, porque se produce de forma rápida y eficaz, involucra a un organismo con las capacidades para multiplicarse por sí mismo y no requiere de la búsqueda de pareja para el apareamiento ni de cortejos complicados.
Es así, como a menos de que ocurra una mutación, la descendencia no será producto del intercambio genético, y en cambio será la duplicación del material genético del progenitor, dando como resultado un proceso evolutivo realmente lento y muchas veces poco apreciable, además de entorpecer las estrategias propias de la selección natural. En el reino animal se produce sobre todo en criaturas invertebradas y puede realizarse por distintos métodos, los frecuentes son la gemación y la fragmentación.
Los animales que realizan gemación y fragmentación son mayoritariamente organismos acuáticos y sésiles, es decir dependientes de un sustrato como los corales y la hidra, y seres más complejos como medusas, estrellas de mar, aguamalas, y ciertas especies de gusanos y anémonas. Por otra parte, se desarrollan procesos como la ginogénesis, que son muy particulares.
